Él es Silverio, el perro que vive en la calle camino a mi trabajo. Así lo bauticé y lo adopté mentalmente. Casi siempre está parado en esa esquina, viendo pasar a la gente apurada. A veces no está ahí. Cuando hace frío aparece con una camiseta roja. Desde que intento evitar el tráfico de esa calle ya no lo he visto. Hoy volví a pasar por ahí y tampoco estaba. Extraño a Silverio. Pero más a Taz.
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1 comentario:
Ah caray... a poco Taz ya desapareció?!?!?! Nooooooo... T_T
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